Sobre todo después de
la derrota del 21 de febrero el señor García Linera ha llamado la atención por
la enfervorizada si no es histérica forma en que protagonizó una campaña
dirigida a audiencias en las que, muy lejos de debatir, se encuentra en posición de matón
depredador como cuando habla a niños en
las escuelas.
El estilo barroco en la
forma adquirió matices de excentricidad y finalmente de franco desequilibrio, habiendo sido su
salud mental puesta en cuestión no solo por sus hiperbólicas alusiones al sol y
la luna sino por las muy graves, cobardes y miserables exhortaciones a que los
niños se “pongan” cartuchos de dinamita
al estilo de los suicidas pseudo islámicos.
Más allá de la forma,
el lenguaje verbal y corporal ríspido y la tonalidad hosca y áspera de su
peroración que, lo patológico es la
distancia entre lo que Linera dice y lo que ha hecho.
En la última de sus alocuciones
dirigidas a un público escolar, Linera ha expresado que “Si luchas, eres
antiimperialista, anticolonialista y anticapitalista; el cielo es de vos.”
¿Anticapitalista?
Solo un trastornado
podría afirmar, después de diez años de ejercicio casi irrestricto del poder que
existió o existe un residuo de genuino anticapitalismo en la práctica masista,
aunque las políticas económicas del gobierno se caracterizan por ser una suerte
de capitalismo de amigotes como el que describe Gloria Álvarez, un capitalismo
en el que se beneficia a determinados grupos de poder, es ostensible en el caso
del grupo TOYOSA o a familiares del entorno presidencial y vicepresidencial, un
capitalismo de tráfico de influencias pero económicamente algo que se asemeje
al “socialismo” no es, salvo en la retórica. Ningún aspecto de lo que es una economía
predominantemente capitalista, libre
mercado, libre fijación de precios y
tasas de interés, libre circulación de bienes, el lugar de la propiedad
privada, la cooptación sindical, la libre contratación, el poderío del sistema
financiero ha sido tocado, ni siquiera epidérmicamente aunque obviamente los
niveles de corrupción amiguismo y manipulación política distorsionan lo que
debiera ser una sana competencia entre agentes económicos. Es más se ha
incentivado aunque matizado por la corrupción, la competencia en la producción de coca y
cocaína, el contrabando así como la depredación de áreas protegidas y de los
ecosistemas, la violación de los derechos laborales extremos que republicas que
fomentan la libre empresa obviamente no permiten, Bolivia es hoy, como lo fue desde 1985 pero mucho
más un país de libre comercio donde la mano invisible ha sido remplazado por el
tráfico de influencias y la coima invisible, y nada de lo que la retórica
constitucional diga o los fetiches de empresas estatales en su mayoría quebradas
cambia un milímetro a esa realidad.
¿Antimperialista?
Más que anti
imperialista, la versión local del idiota latinoamericano, que personifica el
falso licenciado y terrorista es anti norte americana, Por razones que
presumiblemente se remontan a complejos individuales y colectivos es a los
Estados Unidos a los que hay que odiar, no incluyendo esto a Europa, Canadá y
mucho menos al gran imperio Chino, que ha venido a ocupar en la práctica, el
lugar que Estados Unidos solo ocupo en la mente y en la consigna populista. El caso CAMC parece ser la punta del iceberg
de una verdadera invasión de súbditos chinos en su mayoría ligados al gobierno
imperial, no de empresarios privados o turistas. Lo que hay aquí es una genuina
ocupación del territorio, la economía y los recursos naturales de Bolivia por
parte de capitales y personas venidas del imperio de oriente, la segunda
economía mundial, con el afán de acabar como termitas con la riqueza nacional,
sin inhibirse ante las leyes y fomentando la corrupción entre estados. Esta genuina completa e indiscutible venta y
entrega de la patria a los chinos supone además una consecuencia de gran
devastación sobre la estructura laboral, social e incluso cultural de nuestros
habitantes, especialmente los aymara y quechua, muchos de los cuales son
obreros, mercaderes y trabajadores del campo y las ciudades así como
empresarios y emprendedores y que son en
casos empleados violando las leyes y en otros sufren de una competencia desleal
ya que ellos no tiene a un estado imperial que los socape.
¿Anticolonialista?
La entrega de Bolivia
al imperio chino se acompaña de la utilización de categorías discursivas
manipuladas para dar la impresión de que existe aquí un proceso de
descolonización el mismo que no es verificable a nivel empírico ni en lo que
concierne a la economía, entregada al imperio chino, ni como categoría
sociológico cultural. En un mundo en inexorable e irreversible proceso de
globalización económica, y cultural la hipotética descolonización puede
prescindir de la segmentación de Bolivia en grupos discriminados en base a su
hipotética raza o color de piel. Esto no es anti colonialismo, es fascismo y un
retroceso de décadas que ha dividido y enfrentado innecesariamente a los
bolivianos creando a ciudadanos “indígenas”
como si los que supuestamente no lo son fueran “alienígenas” y
reeditando la manipulación de lo aymara y quechua con fines de beneficio
político partidario como hubo la
tendencia a hacerlo en los años sesentas y setentas y el pacto “militar
campesino”, un “pacto” para que los poderosos sigan usufructuando del poder y
la corrupción
¿El cielo es de vos?
La retórica
vicepresidencial merece ser objeto de un estudio más detallado ya que detrás de
la lógica de odio, terrorismo y el un nivel de cinismo descomunal y surrealista
se esconde una de las razones que ha generado violencia, agresividad,
linchamientos y ha enfermado el alma de Bolivia, a tal punto que las recientes
muertes en la Alcaldía alteña el linchamiento del vice ministro de seguridad
interior y la masacre de 6 mineros se han vuelto eventos banales. Ese
es el “cielo” de García linera, un
infierno por que algún día será juzgado.
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