Para
la Ministra de comunicación los médicos debieran suspender las medias
de presión por que, amen de haberse ratificado por escrito lo dicho por
el señor Morales en su mensaje, estaría de por
medio “la palabra del Presidente”.
¿De que “palabra”
estamos hablando? ¿De quien juró respetar la constitución y las leyes y
después le “metió nomas“ llegando hasta forzar la aprobación de una
constitución en un cuartel ? ¿O del
supuesto representante de la “cultura de Paz” que permanentemente
incentivó la confrontación, el odio racial y el resentimiento y
permaneció indiferente ante los linchamientos físicos, judiciales y
políticos y cuyo rol en las masacres de Porvenir, la Calancha,
del hotel las américas, no ha sido esclarecido? ¿Quizás la del “defensor
de la madre tierra” que no solo no ha definido en seis años ni un
semblante de política pública sobre el medio ambiente sino que pretende
destruir un área protegida de extraordinaria biodiversidad?
¿La palabra de quien no nacionalizó más que las acciones de los
bolivianos y hoy compra empresas para poder fingir que nacionaliza? ¿La
de quien dice “gobernar obedeciendo al pueblo” y luego nombra jueces
que mas de dos tercios de la población rechazó ? ¿
La de quien renunciaría si hay un muerto y permanece impávido ante los
casi cien ? ¿O la “palabra” de quien apenas los indígenas de la octava
marcha le dieron la espalda empezó a trabajar en una estrategia para
revertir un compromiso de intangibilidad que personalmente
hizo aprobar mediante una ley, luego de haberlos vilmente apaleado?
Si hay algo que el y su
gobierno han perdido irremediablemente es la casi mágica capacidad que
tuvieron de generar confianza en un pueblo que hizo una suerte de
paréntesis en su proverbial desconfianza
y que mayoritariamente creyó en el. La engañifa de la ley corta, la
ultima de una larga serie, ha puesto un punto final y puede considerarse
un punto de inflexión. Ya nadie se tragara, mucho menos los médicos
pero tampoco los trabajadores o los transportistas,
la ambigüedad, el doblez y el cinismo de un gobierno que ha hecho del
desdecirse con naturalidad uno de sus principales recursos y que no ha
hecho mas que acentuar el reflejo corporativista de la sociedad
boliviana donde cada grupo vela exclusivamente por
sus intereses.Es conocido el temple y
lealtad de la señora ministra pero atribuirle a la palabra del
mandatario algún residuo de credibilidad, honorabilidad, o capacidad de
generar así sea un atisbo de confianza,
releva del surrealismo puro.
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