En los orígenes del estado actual de la realidad política en Bolivia, es posible categorizar a los que coadyuvaron el llegar a este punto, en dos, mas allá de los del populismo cocalero en sí. Entre los primeros, políticos que colaboraron en el ascenso de Morales, como el ex presidente Mesa, quien lo indultó por decreto de su rol en octubre de 2003, amén de sostener mediáticamente largo tiempo a García linera desde su canal, Jorge Quiroga que organizó en el Senado una hasta hoy inexplicada iniciativa que concluyó en el referéndum revocatorio, y Doria Medina, cuyos asambleístas fueron a Oruro después de la Calancha. Desapercibidos, pero comparablemente responsables, no pocos empresarios así como políticos como el ex senador Majluff y otros del MNR que fueron parte de la pasividad colaboradora.
¿Cinismo o ineptitud? Depende de la perspectiva con que se mire el escenario que compartieron, subiéndose con frivolidad a la ola de las mismas generalizadoras y simplistas categorías de descalificación del pasado y mitificación de lo seudoindigena, con los verdaderos criadores de cuervos, hoy victimas del malagradecido y rencoroso estilo gubernamental, uno de cuyos rasgos en una repugnante emulación estalinista, es que la dureza del castigo es inversamente proporcional a la cercanía y confianza de la que gozó el castigado. Tanto un sector de la Iglesia Católica, como un gran grupo de periodistas entran, junto con el MSM , en la categoría de criadores de cuervos, que hoy ya les han sacado a los unos el margen de acción e influencia del que legítimamente gozaban, a los otros la libertad de prensa y expresión, estando los últimos, salvo que dé frutos la heroica resistencia de Juan del Granado, por el mismo camino.
Obviamente que las tomas de posición del pasado no gozaron de unanimidad, pero cualquiera que analice, y lo harán los historiadores, el rol de algunos medios desde mediados de 2000, por ejemplo, quedara azorado de la falta de compasión por la verdad y la subjetividad manipuladora de esos días. Tanto la información sobre los hidrocarburos, como sobre el presupuesto, los gastos reservados, o los derechos humanos estaban en muchos casos marcados por la indisimulada intención de imponer la subjetividad cocalera por sobre la objetividad mínima, parte esencial de la estrategia del populismo, implacable con el adversario, además del imperativo de dotar de credibilidad al proyecto y a sus protagonistas.
Comparable rol puede ser atribuido a un sector de la jerarquía católica que en casos activamente, se sumó y avaló por acción u omisión el proceso de insurgencia populista, en su discurso como en sus acciones. Los niños que hoy son usados para traficar con droga en el Chapare, son hijos de aquellos mismos cuyas acciones de bloqueo salvaje, deliberada sedición e intransigencia belicosa se avaló o justificó directa o indirectamente en el alto, en Cochabamba y en las áreas rurales, pese a la obvia intención de generar enfrentamiento y muerte. El movimiento sin miedo también forma parte de los criadores del populismo cocalero, habiendo puesto su consistencia ética, capacidad de gestión y creatividad, al servicio de una alianza desigual cuya ruptura lo pone a merced de cuervos ávidos de poder, solo de poder y exclusivamente de poder.
1 comentario:
Excelente articulo, no podría estar mas de acuerdo.
La oposición siempre jugo de manera intencional, es decir oportunista, en favor del actual gobierno. Supongo que creyeron que podrían manipular a Evo y a su entorno, pero no contaban con la astucia de Raúl y Alvaro.
Como anecdota cabe recordar aquella oportunidad cuando el presidente Meza se revolcó en la tierra en un barrio de El Alto creyendo que un gesto de empatia a la idiosincrasia aymara le salvaría de los bloqueos de Patana y compañía. En fin...
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