jueves, 5 de febrero de 2009

De engaños y entornos

Que duda puede caber que las victimas de octubre de 2003, las que Santos Ramírez, entre muchos otros, envió a enfrentarse, deben sentirse violados por la magnitud de una impostura como es la de haber estructurado un discurso, engendrado el odio en base a la generalización abusiva, vilipendiando a diestra e insultando a siniestra sobre la presunta corrupción y desacierto de “saqueadoras” políticas, solo para acabar como la versión exponencial de toda la corrupción denunciada.

En la realidad del gas y en YPFB, como en ningún otro espacio de la realidad nacional, se evidencia la brutalidad cruel de esta afirmación. Jorge Alvarado renunció luego de estar en vísperas de concretar un pantagruélico negociado y fue premiado como embajador en Venezuela. Manuel Morales dejó a las empresas petroleras con “una renta mejorada en relación a los contratos de Sánchez de Lozada “ y se fue luego de oscurísimos entretelones, solo para ser reemplazado por ese comodín Joker del señor Aruquipa ayudante de Ramírez a quien le entregó la presidencia.
Lo escalofriante no es tanto el haber estado cerca del señor Ramírez, quien fue diputado y luego Senador, ocasión en la que firmó una carta para que Freddy Terceros, que fue arrestado en el aeropuerto el 31 de julio del 2006 con 3,5 kg de clorhidrato de cocaína, realice “gestiones institucionales en nombre del Congreso de Bolivia” (SIC) sino el contemplar como la supuesta “recuperación” de los hidrocarburos no resultó ser más que una tramoya para apropiarse de la riqueza que generan.

Tres años después de la llegada de Morales al gobierno, cinco luego de que el oficialismo de hoy desatara el octubre paceño, cuando impulsados por su discurso embustero decenas de paceños ofrendaran su vida, no sólo hemos perdido los mercados de ultramar, las inversiones, la credibilidad y la regularidad en la provisión doméstica, sino que perderemos también nuestros mercados tradicionales, habiendo pasado de centro energético a hazmerreír, de 65 pozos explorados en 1998 a uno el 2008, y a subvencionar las economías vecinas a través del contrabando y YPFB, otrora orgullo nacional, ha perdido hasta la dignidad.

Solemos decir que el problema no es el Presidente sino su “entorno” como si los hombres y mujeres que lo rodean y que a veces se mantienen a su lado por largos periodos hubiesen sido escogidos por otro que el mismo. La verdad es que, salvo casos en los que los presidentes fueron prácticamente secuestrados por razones de salud o vejez, ninguno reciente, los entornos son un reflejo bastante preciso de las prioridades presidenciales.

Hoy dicho entorno está compuesto, entre otros, por un ministro con indicios de haber instigado el enfrentamiento provocando muertes para concretar un golpe de estado departamental y posibilitar el contrabando a gran escala, un vicepresidente acusado de asaltar remesas a mano armada y de actos de terrorismo en los que murió gente, una presidente de la comisión de la coca de la asamblea constituyente cuya hermana es una presunta narcotraficante, y hasta que se demuestre lo contrario por un operador que ahora es señalado como vinculado al volteo de sobornos homicidio incluido, y un hermano sobre cuya participación en YPFB circulan rumores en el marco de un estridente silencio público.

1 comentario:

Irma Velasco Prudencio dijo...

Hola Luis Eduardo.

Realmente, las victimas de octubre de 2003 tendrían que sentirse como dices, violadas por haber sido utilizadas, como lo fueron entonces y como lo son ahora otras, para fines tan oscuros.
Te doy toda la razón, YPFB es la cara del gobierno y de los resultados de esa oposición destructora y mentirosa, con la que el oficialismo de ahora desató el octubre paceño.
Es extraña la manera irracional con la que perdimos las mejores oportunidades de negocio, las que podían habernos convertido, como dices, en centro regional energético, para entregarlo todo a una vergonzosa, corrupta y hasta criminal administración. Que pena.
Gracias por añadirme a tu blog.
Saludos,
Irma.