La propuesta de la candidata del MNR a la Alcaldía Paceña, Norah Santos, gira alrededor de una política de reducción de impuestos a los vehículos e inmuebles, especialmente los vinculados a las transferencias, a la tercera edad, los que gravan las herencias, entre otros, y lo que hace a multas, embargos, y en general en cómo ponerle término a la indefensión ciudadana frente a la prepotencia estatal municipal.
Doña Norah Santos libra esta batalla hace años, ya que “no se puede generar riqueza con la infelicidad de la gente que trabaja, alimentando una burocracia que esteriliza los nuevos emprendimientos sobre todo entre los pequeños empresarios”. Santos está al día en el pago de los impuestos en su domicilio ubicado cerca de la Av. Perú, en un popular barrio paceño, e insiste en que la ley debe cumplirse, más allá de posiciones políticas y que hay que trabajar democráticamente para cambiarla. Su plan de gobierno incluye propuestas creativas que, en palabras de uno de los principales candidatos a concejales de su fórmula “den continuidad con lo bueno estos últimos años y hagan un cambio en lo negativo”.
Diferente resulta el caso del ex militante del PS -1, ex vice ministro de Sánchez Berzain, el candidato de UN, ex movimientista y ex diputado transversal de Carlos Mesa, Hugo San Martin, quien ha admitido que hace años no paga los impuestos de su propiedad ubicada en el exclusivo barrio de la Florida debido a problemas vinculados con su divorcio y porque “el 80% de la población paceña esta en esa situación”, dato falso e impreciso. San Martin, quien solo empezó a referirse al tema tributario en los últimos días, concentraba su campaña en un supuesto plan de seguridad ciudadana que funcionaria mediante helicópteros que “patrullarían la ciudad de la Paz las 24 horas” una idea bizarra, insostenible técnica y financieramente, comparable a la que incumplió cuando, candidato a diputado por la zona sur el 2002, ofreció “construir un teleférico hasta la muela del diablo”.
El tema ha abierto la polémica sobre los impuestos que se pagan en las ciudades de Bolivia, que hacen sentir a muchos propietarios como verdaderos “inquilinos de la alcaldía” así como las exigencias éticas elementales que se le debe requerir a un candidato a munícipe, entre los cuales obviamente el cumplir con sus obligaciones tributarias sin lo cual no es éticamente un ciudadano.
San Martin, cuya elección como candidato por parte de UN y algunos miembros de Convergencia fue la razón por la cual fracasó el frente de unidad de la oposición paceña, debiera renunciar a una candidatura cuya credibilidad obviamente ha sido reducida a cero.
Doña Norah Santos libra esta batalla hace años, ya que “no se puede generar riqueza con la infelicidad de la gente que trabaja, alimentando una burocracia que esteriliza los nuevos emprendimientos sobre todo entre los pequeños empresarios”. Santos está al día en el pago de los impuestos en su domicilio ubicado cerca de la Av. Perú, en un popular barrio paceño, e insiste en que la ley debe cumplirse, más allá de posiciones políticas y que hay que trabajar democráticamente para cambiarla. Su plan de gobierno incluye propuestas creativas que, en palabras de uno de los principales candidatos a concejales de su fórmula “den continuidad con lo bueno estos últimos años y hagan un cambio en lo negativo”.
Diferente resulta el caso del ex militante del PS -1, ex vice ministro de Sánchez Berzain, el candidato de UN, ex movimientista y ex diputado transversal de Carlos Mesa, Hugo San Martin, quien ha admitido que hace años no paga los impuestos de su propiedad ubicada en el exclusivo barrio de la Florida debido a problemas vinculados con su divorcio y porque “el 80% de la población paceña esta en esa situación”, dato falso e impreciso. San Martin, quien solo empezó a referirse al tema tributario en los últimos días, concentraba su campaña en un supuesto plan de seguridad ciudadana que funcionaria mediante helicópteros que “patrullarían la ciudad de la Paz las 24 horas” una idea bizarra, insostenible técnica y financieramente, comparable a la que incumplió cuando, candidato a diputado por la zona sur el 2002, ofreció “construir un teleférico hasta la muela del diablo”.
El tema ha abierto la polémica sobre los impuestos que se pagan en las ciudades de Bolivia, que hacen sentir a muchos propietarios como verdaderos “inquilinos de la alcaldía” así como las exigencias éticas elementales que se le debe requerir a un candidato a munícipe, entre los cuales obviamente el cumplir con sus obligaciones tributarias sin lo cual no es éticamente un ciudadano.
San Martin, cuya elección como candidato por parte de UN y algunos miembros de Convergencia fue la razón por la cual fracasó el frente de unidad de la oposición paceña, debiera renunciar a una candidatura cuya credibilidad obviamente ha sido reducida a cero.
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