lunes, 30 de julio de 2012

La Corrupción populista


La revelación de que son mas de dos mil millones de dólares los que el gobierno contratará en forma directa, sin licitación, marca el inicio de una inédita era en la administración publica y resume la idea oficialista de “meterle nomas”  al manejo de los recursos públicos haciendo gala de una deliberada indiferencia a todo lo que pueda significar vigilancia , transparencia , arbitraje objetivo, o contra peso.

 Cual si se tratase su finca particular, el vicepresidente ha declarado muy suelto de cuerpo que la eventual planta de urea de  Bulo Bulo (1.100 millones de dólares aproximadamente) se realizará mediante una "licitación pública internacional", una falacia de proporciones descomunales ya que la empresa que se haga cargo será  contratada según establece el decreto de excepción 224 que el mismo se encargó de aprobar en uno de sus interinatos presidenciales no habiéndose ni por asomo cumplido con ninguno de los pasos para que ni siquiera se parezca la contratación a una licitación internacional como esta estipulado en la ley 1178.

Ningún supuesto negociado del pasado, ni la “autopista mas cara del mundo” de los años de Banzer, ni la  construcción de Karachipampa, ni las piedras  preciosas de García Mesa, ni las privatizaciones del acuerdo patriótico, ni siquiera los desmanes que cometió Mariano Melgarejo en sus días puede ser comparada con el descarado arbitrio y discrecionalidad que caracteriza al gobierno actual en el manejo de los recursos que son de todos. 

El avión presidencial, el satélite chino, la carretera por el corazón del TIPNIS, el teleférico paceño, casi todo el manejo de dinero de YPFB, y la planta de urea de bulo bulo todas han sido o se ha anunciado serán hechas sin ni siquiera la apariencia de un mínimo de transparencia, todas impuestas sobre las espaldas del pueblo boliviano sin que hayan estado  en su mayoría ni siquiera en un programa de gobierno, ni  medie mas que la opinión de un puñado de individuos.  

Cuando estos sean juzgados, lo que inexorablemente ocurrirá mas temprano que tarde, son presumiblemente varios aspectos que caerán bajo el escrutinio jurídico e histórico. Los muertos y heridos  producto de la represión estatal,  el crecimiento de los cultivos de coca excedentaria y su correlación con el narcotráfico y la inseguridad ciudadana, la desinstitucionalización nacional y el aviamiento de las confrontaciones étnicas así como la manipulación política de la justicia, son solo algunos de los temas que será objeto de un procesamiento.  

Pero cuando el juicio empiece a investigar la corrupción de este régimen, es bastante seguro que concluirá que ningún otro periodo en la historia de Bolivia, ni siquiera en las más obscura épocas militares se caracterizó por este nivel de rapacería, discrecionalidad y unilateralidad.  Un recuento de todos los caso de corrupción denunciados, que necesariamente será hecho, revelara que mas que ningún otro rasgo el mentado “cambio” se concentró en implementar mecanismos para manejar el erario publico en una forma difícil de siquiera imaginar. 

En una época en la que las corrientes de definición de las políticas públicas a nivel mundial han puesto en valor el concepto de accountability, cuya traducción aproximada es el de rendición de cuentas, el gobierno de Bolivia exhibe un comportamiento de forajidos y prueba  su brutal intención de no someterse más que al control de sí mismo. Es el despotismo cocalero, que  lejos de ser ilustrado, es  corrupto y pendenciero.

martes, 17 de julio de 2012

Cuando los extremos se parecen

Las recientes declaraciones del ex general Luis García Mesa, reproducidas con rimbombancia por algunos medios, hacen alusión a que en el golpe de 1980, habrían participado tanto ADN como el MNR, supuestas revelaciones que el ya octogenario presidiario realiza con el presumible afán de hacer merito con el poder político actual ,  de quien depende una hipotética concesión de extramuro para que cumpla con su condena en arresto domiciliario.

En vez de seguir infamando a los que ni siquiera pueden ya defenderse por que estan muertos, como Víctor Paz Estenssoro o Hugo Banzer, García Mesa haría bien de recurrir a solicitar lo que quiere por consideraciones humanitarias mas que por arribismo político. Personalmente no me opongo, al contrario, por que se le de un trato humano a quien fue cabalmente inhumano ya que de hechos así dependería  que nuestra sociedad evolucione.

Pero en realidad García Mesa parece haber aprendido  poco de los 17 últimos años en prisión y prefiere seguir por el camino de la infamia en lo que es muy parecido al gobierno actual, cuyos voceros y conductores rara vez emiten criterio público sin insultar y ofender a muertos y vivos .No es lo único en lo que se parecen.

Hace 32 años la misma revista Veja era amenazada por un cierto Luis Arce Gómez señalado como vinculado al narcotráfico, ministro de un gobierno que ya en esa época se denunciaba como el de una republica dedicada al narco. García mesa les tenía fobia a los periodistas como la tiene el gobierno actual, ambos suprimieron derechos y libertades, ayer a punta de tanques y metralletas, hoy con la ayuda de fiscales y jueces convertidos en operadores de la represión oficialista. Por ultimo , subrayar que García Mesa, Arce Gómez y los militares presumiblemente saben la ubicación de los restos de Quiroga Santa Cruz y de otros desaparecidos  pero no se verán en la obligación de contar la verdad por el sencillo hecho de este gobierno  no quiso tomar la decisión de exigírselos.

Asi, el “derechista” Presidente Sánchez de Lozada no solo ubicó, extraditó y encarceló a García Mesa y encontró los restos del Che Guevara,  sino que el “revolucionario”  gobierno de “izquierdas” es cómplice de que se siga encubriendo la suerte de los desaparecidos.

Patético el rol asumido por algunas personas serviles al régimen como el señor Luis Alberto Aparicio, presidente de Asofamd que para “homenajear “a las victimas del golpe del 80 citaba como argumento las “revelaciones”(…) del propio  García Mesa en un acto repleto de demagogia en el Prado paceño donde se mencionó mas al supuesto “proceso de cambio” y a Evo Morales que a los hechos acaecidos hace 32 años.  32 años después, con los principales protagonistas en la cárcel la sociedad boliviana crecería mucho mas si juntos estudiáramos  los caminos del perdón y de la reconciliación más que el seguir utilizando las consignas de odio de quienes pagan sus condenas en Chonchocoro para la sempiterna manipulacion politica y la ventajita comunicacional a costa de la dignidad de los muertos y martires de nuestra historia.